Villaluenga es cuna de poetas cautivados por la belleza de un paisaje sobrecogedor, que se funde con el blanco caserío que surge de sus estrechas callejuelas, adornado por coquetas chimeneas y floridos balcones. Cada rincón es un remanso de paz y una llamada al silencio y al reposo.
Villaluenga del Rosario es el pueblo más tranquilo y agradable de la provincia de Cádiz. Situado en el corazón de la Sierra de Grazalema, es el más alto (858 m.) y el de menos habitantes (no llega a 500).
Su blanco caserío, asentado bajo el imponente macizo rocoso de la Sierra del Caíllo, sus estrechas calles empinadas, y el ritmo pausado de sus habitantes, son toda una llamada para un retiro temporal o permanente de los trepidantes ritmos urbanos. Ocupada por los árabes desde el 716 hasta 1485, fue pasto de las llamas napoleónicas y cuna de bandoleros y contrabandistas durante el siglo XIX.
A pesar de su reducida dimensión, en Villaluenga puedes encontrar maravillas naturales y culturales sorprendentes: es el caso del qanat, la soberbia estructura hidráulica andalusí, un acueducto subterráneo de la época árabe, que permitía el abastecimiento de agua ante las dificultades de retención que presentan los suelos kársticos. La parte exterior de la estructura la forman los pozos cubiertos, aún en pie en algunas zonas. Destaca también su precioso cementerio, alojado en las ruinas de la Iglesia de El Salvador, quemada por las fuerzas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia; y su singular plaza de toros del siglo XVIII, construida entre rocas y de forma octogonal, la más antigua de Andalucía. La Iglesia de San Miguel, frente a la colorista plaza de la Alameda, y las Ermitas de San Gregorio y de El Calvario, completan su variado patrimonio cultural.
El entorno natural de Villaluenga, situado en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, está dominado por el karst, el singular proceso por el cual las grandes moles de roca caliza se han visto transformadas por la acción del agua y las reacciones químicas, dando lugar a un gran número de accidentes geológicos. Los poljés y dolinas; la Manga de Villaluenga; los navazos de la Sierra del Caíllo; las innumerables cuevas y simas, entre las que destacan la Sima de Villaluenga, la del Cacao y la del Republicano, que convierten la zona en un paraíso de la Espeleología.
Se trata de un magnífico entorno natural propicio para las excursiones y el senderismo: los Llanos y la sima del Republicano; la subida a los navazos y al pico del Navazo Alto….Si quieres conocer más sobre el tema, pincha aquí.
Y, por supuesto, Villaluenga tiene fama internacional por sus premiados y reconocidos quesos, en especial los elaborados con la variedad de cabra payoya, una raza autóctona de la Sierra de Grazalema. La localidad celebra anualmente una importante Feria del queso artesanal.
Antxón Urrestarazu Echániz
Arantza González Sánchez
Obra bajo licencia Creative Commons
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