No son muchos los que están al corriente de que en la provincia de Cádiz, entre las localidades de Grazalema y Villaluenga del Rosario, en el P.N. de la Sierra de Grazalema, contamos con un bello torcal, más modesto que el de Antequera, pero lleno de encanto y de bellas figuras kársticas.
Muy cerca de Villaluenga del Rosario, el pueblo más alto y con menos habitantes de la provincia de Cádiz, en plena Sierra de Grazalema, encontramos una maravilla geológica conocida como Torcal de Cancha Bermeja. Se trata de un conjunto rocoso característico del modelado kárstico de estas sierras, dominado por los lapiaces, torcas y callejones laberínticos. Situado en la vertiente occidental de la Sierra de Líbar y la Sierra de Juan Diego, sus pendientes superan los treinta grados, se producen numerosos deslizamientos, y se acentúa el carácter caótico de las llamadas «mesas kársticas«.
El nombre de Cancha Bermeja proviene del colorido rojizo con que el hidróxido de hierro ha teñido superficialmente amplias zonas calizas jurásicas.
La erosión de las grandes masas calizas jurásicas durante cientos de miles de años, en especial debida al agua de lluvia y al viento, ha dado lugar a un hermoso paisaje de gran interés geológico, donde destaca la formación de curiosas formas y figuras.
Resulta divertido jugar y dejar volar la imaginación, buscando entre el conjunto rocoso figuras humanas o de animales, castillos almenados, pináculos o «pilas de platos«. A nosotros las figuras de la foto siguiente nos han recordado las formas y esculturas del escultor vasco Jorge Oteiza.
Para visitar el Torcal os recomendamos la siguiente ruta.
Fotos de Arantza González.
Antxón Urrestarazu Echániz
Obra bajo licencia Creative Commons
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