Este agosto, como ya viene siendo tradición desde hace más de una década, vuelve el Concurso Infantil de Casetas de Apuestas de Carreras de Caballos a la playa de Sanlúcar de Barrameda, durante el segundo ciclo de carreras (21,22 y 23 de agosto): un colorido espectáculo al que merece la pena echar un vistazo mientras se pasea por la arena.

 

Pues sí, las tardes de carreras de caballos de Sanlúcar, entre sus muchos atractivos, tienen este otro. Se trata de una algarabía de niños junto a sus padres, orgullosos (niños y padres), sembrando la playa de casetas de apuestas con un derroche de imaginación que sólo se puede dar siendo crío, o padre-madre de crío.

Caseta de apuestas infantil muy elaborada

El verano pasado, cuando Euskádiz estuvimos allí (ver Una tarde en las carreras de caballos de Sanlúcar: la poesía del Turf) aprovechamos un buen rato, antes de entrar en la carpa, para darnos un paseo serpenteante por la arena, cámara en mano y con la boca gastada de pedir permiso a padres, madres, titos, titas y allegados varios para hacer una foto a las casetas. Permisos concedidos, disfrutamos un buen rato de las risas de los niños y niñas que lucían con emoción sus diseños más creativos.

Meta de carreras.El juego consiste en lo siguiente:

Lo primero, revoluciono a todo mi entorno (familia y demás) durante unos días para tener a punto la caseta de apuestas. A partir de una caja de cartón con una ventanilla, todo vale.

Segundo. Me inscribo en el concurso, ¡que hay premios y diplomas!

Tercero. Monto la caseta en la playa al lado de la sombrilla de los mayores, en donde habitualmente nos ponemos a diario a tomar el sol.

Cuarto. Tengo preparadas las papeletas de apuestas con precios simbólicos (desde unos 10 céntimos), que relleno a mano con el número del caballo al que se apuesta. Ah, y unas chuches como premio a apostantes, con las que también yo me pongo “morao”.

Quinto. Trazo una raya en la arena, justo delante de mi caseta. Esta es la meta importante, no la que hay al final de la playa donde se montan los palcos de verdad. El caballo ganador será el que primero pase por mi línea. Y si hay desacuerdo, porque han pasado todos apelotonados, lo discutimos como niños, que para eso lo somos.

Sexto. Comienza el espectáculo.

Séptimo. Dicen los mayores que lo importante es participar, pero si me llevo premio de caseta infantil mola más.

Y la verdad es que nos quedamos embobados admirando la participación y el entusiasmo con el que estos “locos bajitos/as” animaban toda la playa.

Os dejamos algunas fotos del pasado verano. Seguro que este agosto, cuando volvamos a Sanlúcar de Barrameda, nos volverán a sorprender.

Alberto Reina

Obra bajo licencia Creative Commons

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