Regreso al Terciario (II). El pinsapar de la Sierra de las Nieves.

Prima hermana de la gaditana Sierra de Grazalema, y muy próxima geográficamente a ésta, se encuentra la malagueña Sierra de las Nieves. Ambas comparten una maravilla botánica muy singular: los bosques de pinsapos, una reliquia del Terciario que disfrutamos en las sierras del sur.

Al este de la ciudad de Ronda, y en los límites con la provincia de Cádiz, se encuentra esta preciosa Sierra de las Nieves, de abruptas formaciones blanquecinas y calizas, de caprichosas formaciones kársticas, que se elevan sobre montes alomados teñidos del rojo de las peridotitas.

Uno de sus principales atractivos viene dado por los extensos bosques de pinsapos, que crecen en sus laderas más umbrías, y que ya conocimos en el pinsapar de la Sierra del Pinar de Grazalema. Este bosque milenario, superviviente de los extensos bosques que poblaban hace siglos la península, se ha convertido en una reliquia botánica que se remonta a la época glaciar, y que solo podemos disfrutar en estas sierras del sur.

Algunos ejemplares cuentan 500 años de edad, y son muy destacados dos de ellos, que podemos visitar en nuestras excursiones por la sierra: el llamado «la Escalareta», declarado Monumento Natural, y situado cerca del área recreativa de Los Quejigales, y el «Candelabro», muy cerca del mirador de Puerto Saucillo. Aunque mayoritariamente encontramos pinsapos de gran altura y formación cónica, también se encuentran ejemplares de siluetas retorcidas y de ramas multiformes, siendo de destacar los que adoptan la figura de un candelabro.

Nosotros hemos visitado los pinsapos de la Sierra de las Nieves adentrándonos en la Cañada de las Carnicerías, realizando el recorrido circular que parte del mirador de Puerto Saucillo y llega hasta Puerto Bellina, y partiendo del mirador del Caucón hasta el Tajo de la Caína.